Martes, 17-04-2012
Trabajo de Blog: Análisis de un anuncio publicitario.
El anuncio publicitario que vamos a
analizar es del producto: Chupa Chups, una conocida marca de caramelos.
En este caso hemos elegido una serie
de tres anuncios publicitarios, imágenes que pertenecen a una misma campaña
publicitaria, ya que todos siguen el mismo diseño y tienen las mismas
características.
Pero antes de pasar
a analizar los anuncios publicitarios, conozcamos más acerca de esta marca: Chupa
Chups es una compañía española dedicada a la fabricación y venta de caramelos de palo. ¿Cómo se
creó? fue fundada por Enric Bernat en
el año 1958. La compañía pertenece al grupo italiano: Perffeti Van Melle desde
el año 2006.
Los tres anuncios
publicitarios que vamos a analizar tienen el mismo slogan It´s the end of the
world whihout it. Que quiere decir que es el fin del mundo sin ellos, sin los
chupa-chups.
Y en los tres
anuncios vemos las consecuencias de la falta de chupa-chups en la vida de los
niños, reflejado con mucho sentido del humor, aunque en algunos casos este
humor puede resultar un poco, “humor negro”.
En el primer
anuncio, vemos a un niño, borracho y triste (aguantando su cabeza con el brazo),
como si estuviera ahogando sus penas en la barra de una bar (la cocina de su
casa, probablemente), un bar servido por un osito de peluche. Parece matar su
pena, la de no tener chupa-chuses, bebiendo, pero al ser un niño, lo hace con
chupitos de leche. Dejan la parte central de la fotografía para mostrar los
chupitos y la botella de leche, para que resulte más impactante, para después
fijarnos en que el que está bebiendo es un niño y quien le sirve es su osito de
peluche.
En el segundo, van
un paso más allá. Una niña, que ocupa la parte central de la fotografía para
darle toda la atención, ha subido a su casita de muñecas, y ahogada por la pena
de no tener chupa-chuses (algo que se refleja es su cara y cuerpo), está a
punto de tirarse al vacío. Por fortuna todos sus muñecos están preparados
debajo de la casa de muñecas con una manta para poder salvar a la niña.
En el tercero, un
niño aparece tumbado en un sofá, y nos recuerda a la escena típica de una
terapia psicológica. El niño parece estar contando la tortura que es vivir sin
chupa chuses. Rápidamente nuestra vista va hacia el osito de peluche que ataviado
con cuaderno, gafas y bolígrafo nos hace entender que es el psicólogo que está
tratando y escuchando las historias del niño.
Como vemos, los
publicistas han recogido situaciones que aún siendo muy trágicas, son reales en
la vida cotidiana de los adultos: alcoholismo, suicidios y problemas
psicológicos. Y los han adaptado a los niños, dándoles un toque de humor para
que no resulte tan brusco.
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